En primer lugar empezaremos definiendo qué es la prima de riesgo del seguro. Este concepto, es la cantidad de dinero que el tomador del seguro paga mensualmente o por año, para disfrutar de la cobertura de una póliza. El coste de la misma depende de varios factores que es preciso analizar:
La siniestralidad
Las estadísticas son muy importantes a la hora de calcular el seguro de coche. En primer lugar, se analiza el número y el coste de los accidentes que han tenido lugar en los últimos años para, a partir de estas cifras, observar la tendencia. Es decir, se toma como referencia para calcular lo que sucederá el siguiente año.
Una vez analizados estos datos, si el índice de siniestralidad ha mostrado una tendencia descendente, hay probabilidades de que las primas del seguro bajen de precio y viceversa. Esto se debe a que las aseguradoras consideran que los conductores están expuestos a un riesgo menor y, por tanto, ellas mismas pagarán menos dinero por el número de siniestros.
El conductor
Otro factor importante que las aseguradoras tienen en cuenta son las personas que van a conducir el vehículo. Si el conductor ya lleva años con el carné de conducir y no ha tenido accidentes, las primas de su seguro de coche serán más económicas. En este cálculo también se tiene en cuenta factores como la edad del conductor o el estado civil, ya que está comprobado estadísticamente que los conductores jóvenes asumen más riesgos. También se tiene en cuenta si va a haber más de un conductor y el uso habitual que se haga del vehículo.
La zona de circulación
Las aseguradoras aplican tarifas diferentes según la zona geográfica por la cual vaya a circular el vehículo a asegurar. Son varios los factores que hacen
que unas zonas haya más accidentes que en otras, como por ejemplo: trazado de las carreteras, climatología o densidad de la circulación. Así hay aseguradoras que llegan, para un mismo coche, a cobrar casi el doble de prima en unas provincias en comparación con otras.
El coche
Como no podía ser de otra forma, la prima del seguro también está determinada por las características del automóvil. En este caso, la póliza de un coche nuevo
será más costosa que la de un coche más antiguo y, mientras más caro y potente sea el vehículo, más elevado será el precio del seguro. Así cuanto menor es el peso y mayor la potencia del coche más cara será la cobertura de responsabilidad civil, mientras que el valor del vehículo determina el precio de la cobertura de daños propios.
Como hemos visto, el precio de la prima depende de varias variables muy diferentes, no obstante, cada aseguradora decide por su cuenta qué importancia darle a cada uno de estos factores por lo que el precio final variará según la compañía.
Además, a este primer “cálculo” hay que sumarle los gastos de gestión y el beneficio, unos costes que cada aseguradora aplica según su propia política. El resultado final es la cantidad que el cliente deberá pagar por su seguro de coche.
La siniestralidad
Las estadísticas son muy importantes a la hora de calcular el seguro de coche. En primer lugar, se analiza el número y el coste de los accidentes que han tenido lugar en los últimos años para, a partir de estas cifras, observar la tendencia. Es decir, se toma como referencia para calcular lo que sucederá el siguiente año.
Una vez analizados estos datos, si el índice de siniestralidad ha mostrado una tendencia descendente, hay probabilidades de que las primas del seguro bajen de precio y viceversa. Esto se debe a que las aseguradoras consideran que los conductores están expuestos a un riesgo menor y, por tanto, ellas mismas pagarán menos dinero por el número de siniestros.
El conductor
Otro factor importante que las aseguradoras tienen en cuenta son las personas que van a conducir el vehículo. Si el conductor ya lleva años con el carné de conducir y no ha tenido accidentes, las primas de su seguro de coche serán más económicas. En este cálculo también se tiene en cuenta factores como la edad del conductor o el estado civil, ya que está comprobado estadísticamente que los conductores jóvenes asumen más riesgos. También se tiene en cuenta si va a haber más de un conductor y el uso habitual que se haga del vehículo.
La zona de circulación
Las aseguradoras aplican tarifas diferentes según la zona geográfica por la cual vaya a circular el vehículo a asegurar. Son varios los factores que hacen
que unas zonas haya más accidentes que en otras, como por ejemplo: trazado de las carreteras, climatología o densidad de la circulación. Así hay aseguradoras que llegan, para un mismo coche, a cobrar casi el doble de prima en unas provincias en comparación con otras.
El coche
Como no podía ser de otra forma, la prima del seguro también está determinada por las características del automóvil. En este caso, la póliza de un coche nuevo
será más costosa que la de un coche más antiguo y, mientras más caro y potente sea el vehículo, más elevado será el precio del seguro. Así cuanto menor es el peso y mayor la potencia del coche más cara será la cobertura de responsabilidad civil, mientras que el valor del vehículo determina el precio de la cobertura de daños propios.
Como hemos visto, el precio de la prima depende de varias variables muy diferentes, no obstante, cada aseguradora decide por su cuenta qué importancia darle a cada uno de estos factores por lo que el precio final variará según la compañía.
Además, a este primer “cálculo” hay que sumarle los gastos de gestión y el beneficio, unos costes que cada aseguradora aplica según su propia política. El resultado final es la cantidad que el cliente deberá pagar por su seguro de coche.