Los daños más frecuentes, personales y materiales, que originan un mayor número de reclamaciones, con el consiguiente coste económico, son los causados por:
· El uso de bicicletas y vehículos sin motor.
· Los juegos, disputas y agresiones de menores, incluidos los que esté cuidando la familia ocasionalmente de forma gratuita.
· Los animales domésticos propios y custodiados, si no existe remuneración.
· El personal doméstico.
· La práctica de deportes como aficionados sin federar.
· El uso de aparatos domésticos.
· Intoxicaciones y envenenamientos con alimentos y bebidas preparadas y consumidas en su vivienda principal o secundaria.
Son más frecuentes de lo que creemos y producen problemas de todo tipo y en especial los económicos (abogados, indemnizaciones, etc.) que suelen ser elevados. Estos daños estarán cubiertos si el cabeza de familia tiene contratada una póliza de hogar que cubra estas contingencias.